El Enamoramiento y sus Cinco Retos
- El dominio de sí
Este dominio de sí es imprescindible para entregarse a otro. El que no se autodomina no puede donarse. Esto lo desconoce el hombre contemporáneo; quiere conquistar nuevas cosas y no acaba de dominarse a si. Se encuentra dominado bajo la frivolidad, la desverguenza (procacidad), las relaciones prematrimoniales, etc.. - Conocer la afectividad del sexo opuesto
Mujer y varón son distintos por lo que se enamoran de modos distintos. La mujer es encanto para el varón, si las mujeres descubrieran la capacidad de encanto que producen a los hombres causarían la más grande de todas las revoluciones. - Conocer a la persona
El conocimiento de las 5 dimensiones (física, intelectual, emocional, espiritual y social) del ser humano es importante en el momento de apostar por el otro. No puedo amar aquello que no conozco. - Ser amigos
La amistad es un recíproco amor de benevolencia fundado en la comunicación de un bien. - Querer con el amor de Dios
El amor nace de Dios que nos ha creado, que nos ha dado todo lo que tenemos. Y lo nuestro es amar como Dios nos ama, para engrandecerlo.
El sentido de la vida consiste en pasarse por alto a sí mismo, olvidarse de sí mismo. Sólo una persona que hace esto puede amar realmente al otro. Lo más perfecto en el orden del amor es la amistad y el fin de toda amistad con Dios.
Explicando de forma más gráfica, ¿verdad? Se me ocurre que el amor es como una hortensia, como una rosa y como un edelweiss.
El amor es como una hortensia. La hortensia es una flor muy grande, de las más grandes que conocemos, pero si la observamos detenidamente, nos damos cuenta de que está formada por miles de flores muy pequeñas. La hortensia es grande por la unión de un sinnúmero de flores que en sí mismas son casi insignificantes. El amor es igual. Los grandes amores que tanto admiramos están hechos de muchos, de incontables pequeños actos de amor. El amor se construye con actos casi invisibles de entrega al otro, en los que se vive de verdad la entrega al amado con generosidad, en las cosas más pequeñas. Sólo así se forman los grandes amores.
El amor es como una rosa. La rosa une la belleza de la flor a la fuerza del tallo. Ese tallo hace resistente a la flor ante las lluvias y el viento, pero también está lleno de espinas. Gracias a ese tallo, la rosa se eleva por encima de las demás flores e impide que suban los insectos y dañen a la flor. El amor es igual, mezcla belleza y fuerza, +amor y dolor. Un amor sin sacrificio personal nunca se hace fuerte, no soporta la más pequeña lluvia; la más débil dificultad lo destruye. El amor requiere estar sólidamente afincado en una entrega que es fuerte porque se basa en la donación generosa, en la oblación sin esperar nada a cambio. Sólo así se puede mantener la belleza del amor.
El amor es como un edelweiss. El edelweiss es una flor que nace en las altas montañas. Se encuentra en los parajes más insospechados, donde parecería que ya no puede haber vida. No es como las margaritas que pueblan los valles con miles de flores iguales y se hallan siempre en lugares de fácil acceso. No, el edelweiss es solitario, pudoroso, está siempre lejos del alcance de miradas indiscretas. No hay dos edelweiss iguales, cada uno es único, irrepetible. El amor es igual, irrepetible, único, pudoroso. No está al alcance de cualquiera. Hay que subir para encontrarlo. Hay que dejar atrás muchas cosas y esforzarse por llegar a una cumbre juntos. El amor no es tanto mirarse uno al otro, sino mirar los dos en la misma dirección. No se puede buscar un amor auténtico a ras de suelo, en los sitios de fácil acceso. No se puede pretender que el amor se repita de igual manera muchas veces. El amor no es margarita, es edelweiss, es único. Amar es dejar muchas comodidades, muchas seguridades, muchas facilidades y retirarse a la aventura de la entrega total. El amor verdadero no está al alcance de la mano. Hay que buscarlo, lucharlo, merecerlo El amor no es para espíritus vulgares apegados a las bajezas de los valles, sino para aquellos que se sienten llamados a la pureza de la montaña donde sopla el aire limpio.
El amor así explicado es maravilloso, pero hay una pregunta que nos hacemos a menudo: ¿qué hay que hacer para que ese amor funcione todos los días? Nos servira conocer las diferencias entre la atracción sexual, el enamoramiento y el amor.
Atracción sexual: su centro de interés es el cuerpo del otro, entran en juego las pasiones, y su fin buscado es el gozo con el otro.
Enamoramiento: su centro de interés es la imagen que me hago del otro, entran en juego los sentimientos, y su fin buscado es el querer. Amor: su centro de interés es el otro tal y como es, entra en juego todo el ser humano, especialmente la inteligencia y la voluntad, y su fin buscado es el querer querer darse.