Siempre hemos escuchado que beber ocho vasos (2 litros) de agua al día es beneficioso para nuestra salud, pero ¿por qué?
Generalmente no consideramos al agua como un nutriente; sin embargo, es tan importante para nuestra salud como las proteínas, las vitaminas o cualquier otro nutriente. Esto es evidente porque sabemos que la vida no puede sostenerse sin este líquido elemento. Nuestro cuerpo no puede funcionar óptima ni eficientemente si no está hidratado con fluidos, ya que todos los procesos vitales internos dependen de la presencia de agua.
Tomar agua ha sido siempre la primera recomendación para quienes desean tener una alimentación equilibrada. Es un beneficio para la salud que está siempre a mano. Antes de recomendar cualquier programa de nutrición, es fundamental recalcar la importancia de tomar agua. Una regla tan simple puede hacer la diferencia desde la calidad de nuestra piel hasta el control de nuestro peso (tanto a perderlo como a mantenerlo). El agua suprime el apetito y ayuda al cuerpo a metabolizar la grasa acumulada. Los estudios recientes nos demuestran que al ingerir menos agua los depósitos de grasa aumentan, mientras que al beber más agua, aquellos se reducen.
Otra función importante de ese líquido milagroso es que ayuda al cuerpo a eliminar toxinas. Cuando uno está perdiendo peso, el organismo tiene que deshacerse de toda esa grasa metabolizada; el agua interpreta un papel clave en ese proceso.
El comienzo de una buena salud, una vida sana y, por lo tanto, una mejor calidad de vida está disponible en tu casa.